Domitila de Castro Canto e Mello

Otros nombres: Marquesa de Santos

Género: Femenina

Origen étnico: Blanca

Acontecimientos:

1797  -  Santos  -  No aplicable  -  Nació y creció aquí y fue la Marquesa de Santos
1822  -  São Paulo  -  Desconocido  -  Conoció a dom Pedro I en 1822 y fue su amante.
1823-1828  -  Rio de Janeiro  -  Desconocido  -  Vivió aquí como amante de Pedro I
1867  -  São Paulo  -  Desconocido  -  Muerta

Conexiones:

Familia Brazilian royal
Mujeres de carácter

Biografía:

Traducido por Daniela Buitrago.

Domitila de Castro Canto e Mello fue la amante más duradera y notoria del emperador brasilero D. Pedro I, alcanzando un estatus como el de la Pompadour en la corte brasileña. Nació en São Paulo el 27 de diciembre de 1797. Conoció por primera vez a Dom Pedro en agosto de 1822 cuando él estaba realizando la famosa visita a São Paulo que culminó con la declaración de Independencia a orillas del Ipiranga. Domitila tenía 24 años en ese tiempo y Pedro era huésped en la casa de su padre en Santos porque su hermano el teniente era el compañero de viaje favorito del futuro emperador (Macaulay, 123). Se convirtieron en amantes casi inmediatamente. En ese tiempo Domitila estaba casada pero separada de su esposo Felício Pinto Coelho de Mendonça, con quien tuvo tres hijos. En 1819 fue acusada de infidelidad y había abandonado a su marido, que la había buscado y atacado con un cuchillo (Macaulay, 168)

Pedro pronto organiz’o a Domitilia y su familia para que viajaran a Rio de Janeiro y estuvieran más cerca de él, aunque el asunto se mantuvo en secreto en principio (Macaulay, 149). En abril de 1825 Pedro convenció a la ingenua Emperatriz Leopoldina de seleccionar a Domitila como una de sus damas de honor y en el cumpleaños de ‘el en octubre del mismo año, cre’o cierto número de nuevos títulos incluyendo el de Vizcondesa de Santos para su amante. Leopoldina empezó a darse cuenta de la verdad cuando estaba en avanzado estado de embarazo de su hijo Pedro. Un año después Domitila fue elevada al estatus de Marquesa y a su padre, hermana y hermano se les otorgaron también títulos. Por medio de la influencia de Pedro, el marido de Domitila fue convencido para que no se opusiera al proceso de divorcio con la promesa de tierra y un empleo. A partir de entonces el amorío se llevó a cabo de una manera más descarada y Domitila disfrut’o de un estatus igual al de la Emperatriz en la corte (Macaulay, 190). Su primera hija con Pedro, Isabel, que nació en 1824, fue legitimada y hecha Duquesa de Goiás en 1826, desde entonces llamada “Sua Alteza” (Macaulay, 196). Por otra parte, Pedro insistió en que debía ser educada junto a los niños de la realeza. Esta situación le causó a Leopoldina mucho dolor y humillación. La relación, que por entonces era de conocimiento común, también ayudó a reducir considerablemente la popularidad del Emperador y se le culpó por la muerte prematura de la Emperatriz en 1826 (Macaulay, 211).

En mayo de 1828 Pedro finalizó oficialmente su relación con Domitila, quien resistió este cambio mucho. Incluso se ha dicho que podría haber intentado dispararle a su propia hermana, pensando que Pedro deseaba hacerla su amante (Macaulay, 212). La verdadera razón de su expulsión fue que el Emperador deseaba casarse nuevamente y se dio cuenta de que debía deshacerse de Domitila si quería conseguir una buena esposa de la realeza europea. Sin embargo, la búsqueda de una segunda Emperatriz del Brasil no fue exitosa inmediatamente, y en abril de 1829 Domitila fue llamada a Rio y reinstalada en su mansión ubicada frente al Palacio Imperial. El retorno a la gracia no iba a durar. Cuatro meses después, y con tres meses de embarazo de su quinto hijo, fue enviada de vuelta definitivamente a Santos, cuando encontraron a una nueva esposa para Pedro en Amélie de Beauharnais von Leuchtenberg (Macaulay, 226). Domitila nunca volvió a saber de Pedro y en 1842 se casó con el brigadier Rafael Tobias de Aguiar, con quien tuvo cinco hijos. Murió el 3 de noviembre de 1867.

Como amante del Emperador Domitila solicitó y obtuvo favores para sus amigos y conocidos, que tendían a ser brasileños y liberales. Algunos como José Bonifácio y sus seguidores desaprobaban totalmente su presencia en la corte y sospechaban de que participara en una conspiración republicana (Macaulay, 174). A pesar de que tuvo poco interés en apoyar acciones que podrían haber anulado su favorecedora posición y su relativo poder, evidentemente tenía interés en las políticas liberales. Después de la abdicación de Pedro I en 1831 gastó una parte considerable del dinero que había ganado como su amante en una insurrección en São Paulo.

Biografía traducido por: Laura Buitrago Santana

Referencias:

Macaulay, Neill (1986) Dom Pedro. The Struggle for Liberty in Brazil and Portugal, 1798-1834